jueves, 31 de diciembre de 2009

Poemas para sobrinos de Inmaculada Moreno

Hace unos días regalé a ocho de mis dieciseis sobrinos este libro, precisamente Poemas para sobrinos, escrito por Inmaculada Moreno e ilustrado por Mercedes Perea. Era un viejo proyecto desde que supe de este librito por primera vez en el libro Lo que ha llovido, ya citado en este baluarte, de Enrique García-Máiquez, y que es una compilación de las entradas de su blogg (así con dos ges).
.
Estoy absolutamente convencido de que la poesía es un antídoto contra muchos males, por eso su "consumo" desde la infancia es un buen medio para asegurarnos de que esos niños cuando crezcan tendrán ya una suficiente "ración de belleza" como para poder valorar las cosas que verdaderamente merecen la pena en este mundo, que son muy poquitas y entre las que ocupa el primer lugar el respeto a la vida.
.
En los años últimos años 1940s, un científico social alemán y miembro de la Escuela de Frankfurt, una de las principales corrientes intelectuales del marxismo de post guerra, Theodor Adorno, decía que "tras Auschwitz era imposible volver a hacer poesía". Yo, al contrario que el pensador italo-alemán, creo que la poesía es la única forma de evitar que se vuelvan a producir acontecimientos tan horrendos, suicidas y antihumanos como los campos de exterminio soviéticos o nazis. Por ello leer poesía a los niños y que desde pequeños aprecien el gusto por la palabra, por el ritmo y por la belleza de la poesía es una forma sencilla y segura de construir un mundo mejor. Como muestra, pueden leer a continuación un divertido poema de Inmaculada Moreno incluido en este libro, cuyo penúltimo verso ha causado cierto estupor en la pequeña Inés, de tres años.
.
Dos ratones
.
Dos ratones, dos ratones
que se escapan que se esconden
tras las patas de la mesa.
Se han metido en la despensa
y se suben y se bajan
por los botes, por las latas
por paquetes y botellas.
Han mordido las galletas,
han abierto los garbanzos,
han salido y han entrado,
han corrido por el suelo,
han saltado hasta el frutero,
sin pararse se han cagado
y se han ido como entraron.

2 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Qué regalo de Navidad. A tus sobrinos y a mí. Agradezcámoslo por partes:
1- Estoy completamente de acuerdo con tu argumentación a favor de la utilidad social de la poesía.

2- Ahora le reenviaré tu entrada a Inmaculada Moreno y podré hacerle a mi amiga, por el módico precio de un click, otro regalo navideño.

y 3- Me has recordado la importancia que tiene que uno se tome el trabajo de destacar o no un libro u otro. Para un crítico eso es importantísimo. Y una llamada (muy oportuna en este último día del año, propicio al examen de conciencia) a la responsabilidad.

Abu Saif al-Andalusi dijo...

Muchas gracias por el comentario. Y gracias también por hablar de responsabilidad a la hora de difundir, de comprender y de apreciar la poesía. La responsabilidad del educador, aunque sea "sólo" tío, como en este caso, es importante para construir el futuro.
Un joven poeta de España, fallecido hace muchos años en trágicas circunstancias, decía que frente a la poesía que destruye hay que oponer (o anteponer) la poesía que promete.
Esa es la promesa que pretendo para mis sobrinos y, claro está, también para mis hijos.
Feliz navidad
Abu